En otoño e invierno es inevitable coger un resfriado, y ahora la pregunta es ¿debo entrenar o debo descansar?
Pues depende, del tipo de resfriado y de cómo te encuentres.
Si tu cuerpo te pide un descanso, lo más probable es que lo necesites, síntomas como fiebre, tos, dolores musculares, cansancio excesivo indican que es mejor no salir a entrenar y dejar todas las fuerzas del cuerpo a combatir contra el resfriado. Salir a entrenar en estas condiciones puede agravar los síntomas o el tiempo de recuperación.
Sin embargo, si es un resfriado leve y no te encuentras muy cansado, entrenar o correr, puede disminuir la congestión nasal. Pero, si decides entrenar, hazlo a un ritmo inferior y con distancias más cortas, se trata ahora de no estresar al cuerpo con un sobreesfuerzo. En cualquier caso, entrenar en estas condiciones hará que sintamos el cansancio antes de lo habitual.
Recuerda, si hay que parar unos días de entrenar, se para.
La gripe y el resfriado hacen que suframos cierta deshidratación, por lo que es importante aumentar la ingesta de líquidos, incluso aunque no tengamos mucha sensación de sequedad.
